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Los Buenos Amigos Son Buenos Para Tu Salud

By 30 mayo, 2022 One Comment

Los Buenos Amigos Son Buenos Para Tu Salud

Los buenos amigos son buenos para tu salud

Los buenos amigos son buenos para tu salud.

 

Mucho se habla de lo malo que es convivir con personas tóxicas y muy poco de que los buenos amigos son también buenos para la salud. Yo creo que a estas alturas todos sabemos, además por propia experiencia, el coste de mantener una relación estrecha con una persona tóxica. Ya sea una pareja, amigos, jefe, colegas, lidiar con personas altamente conflictivas, antagonistas o ambivalentes pasa factura. Sin posibilidad de cortar esa relación o establecer límites sanos, lo más probable es que terminemos enfermando.

 

¿Has tenido alguna relación que te haya enfermado física o mentalmente? ¿Qué características definían el carácter de la otra persona? ¿Cómo describirías los patrones de comportamiento de ambos? ¿De qué manera afectó tu vida y tus relaciones futuras?

 

Estoy casi segura que la respuesta a la primera pregunta es un sí rotundo y podría adivinar la forma en que responderías al resto. No porque sepa mucho de ti, es bastante probable que no nos conozcamos. Sino porque hay ciertos rasgos comunes a este tipo de personajes y cualidades que les hacen tóxicos. Las características personales, la historia y sus consecuencias sin duda son singulares. Al igual que un dolor de cabeza, por mucho que pueda ser común en cuanto a tipo de dolor (a ti y a mí seguro alguna vez nos ha dolido la cabeza), es único en cuanto a intensidad y forma de experimentarlo (es imposible que otro entienda exactamente cómo es que te duele la cabeza). No obstante, responden a ciertos arquetipos. De ahí que uno puede fácilmente comprender, empatizar y sentir compasión frente al dolor ajeno.

 

los buenos amigos son buenos para tu salud

Tu calidad de vida depende de la calidad de tus relaciones.

Tolstói decía que: Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera. Antes que él Aristóteles advertía:  los buenos lo son de un modo único, y de todos los modos los malos.

 

Así que, aunque los malos amigos puedan ser de muchas maneras, los buenos amigos comparten rasgos. El más importante es que los buenos amigos son buenos para tu salud.

 

Vivir más años, con mejor calidad de vida y felicidad depende de tus amigos.

 

¿Sabías que se ha demostrado que vivir más y mejor está directamente relacionado con la calidad de tus amistades? Así que, si estabas dudando llamar a ese amigo o amiga para quedar o simplemente para ponerse al día, recuerda que los buenos amigos son buenos para tu salud. Y que si quieres tener buenos amigos debes empezar por serlo. Si no has escuchado la conferencia sobre un estudio de Harvard que lo prueba, haz click en el enlace y verás que todo esto, además de en el sentido común, tiene un sustento científico.

 

los buenos amigos son buenos para tu salud

Tener buenos amigos es la mejor inversión en salud.

Tener buenos amigos reduce en la mitad el riesgo de sufrir una muerte prematura. La mitad. Y eso vale para todas las causas. Además, la probabilidad de sufrir diabetes, infarto, accidente cerebrovascular y enfermedades autoinmunes disminuye drásticamente. Los buenos amigos son buenos para tu salud.

 

Hoy sabemos que muchos de los problemas de salud más graves, incluidos los que constituyen las principales causas de muerte, están directamente relacionados con la soledad y el aislamiento. Abuso de sustancias, adicciones, presión arterial alta, enfermedades cardiacas, mentales, suicidio y hasta el cáncer están relacionados con el tipo de relaciones que mantienes.

 

Dime con quién andas y te diré cuáles son tus probabilidades de tener una larga y feliz vida. 

 

Los buenos amigos son buenos para tu salud e influyen en el éxito que seas capaz de alcanzar.

 

Son muchos los expertos que aseguran que somos la media de las 5 personas con las que más convivimos. ¿Quiénes son esas personas para ti? Si realmente tú fueras un resultado de la media de ellos, ¿en quién crees que te convertirías? ¿Qué tan cerca/lejos está de la persona que verdaderamente quieres ser?

 

tus amigos reflejan tus valores

Que tus amigos reflejen tus valores y te animen a ser cada vez mejor.

Todos tenemos inseguridades, miedos, dudas y tendencia a caer en patrones de auto-sabotaje. En el artículo anterior  hablamos de la envidia y cómo se ha propagado en nuestros tiempos. En un entorno cada vez más competitivo, en el que casi todo está diseñado para hacernos sentir menos (y así comprar, gastar y endeudarnos más) y donde es fácil caer en la trampa de la comparación, resulta tentador creer que rodearnos de personas que no nos reten es la solución para tener bienestar. ¡Cuidado, cuidado!

 

Lógicamente un buen amigo es alguien con quien te sientes seguro, te acepta como eres y te brinda un espacio en el que poder mostrarte vulnerable, con la confianza plena que no utilizará esa información que compartes en la intimidad para manipularte, engañarte o hacerte ningún tipo de daño. Incluso si, por lo que sea, con el tiempo la relación se rompe o enfría. Conoce tus debilidades, sí, pero también tus fortalezas, pasiones, talentos y sueños, y no permite que te alejes de ellos.

 

Teniendo en cuenta que somos una media de las 5 personas con las que más convivimos, lo ideal es buscar que esas personas sean, en la medida de lo posible, mejores que tú. Al menos, en aspectos en los que te interesa crecer. Gente que encarne los valores que reflejan tus ideales y te acerquen al tipo de persona que deseas ser.

 

Los buenos amigos son buenos para tu salud porque te motivan a ser tu mejor versión.

 

Si bien un buen amigo no es sustituto de un buen coach, terapeuta o mentor y hay que saber cuándo es conveniente buscar ayuda profesional, tus amigos pueden ser una gran fuente de motivación e inspiración. Podría nombrar aquí al menos 5, si lo pienso 10 y si me das tiempo algunas decenas de amigas y amigos a quienes admiro. Gracias a ellos (you know who you are) encontré mis talentos y el valor para ponerlos al servicio de otros.  Son impulso para luchar por mis sueños, brazos que me sostienen cuando me canso y manos que tiran de mí cada vez que me caigo.

 

Solemos pensar en la pareja como espejo, y aunque lo es por excelencia, puesto que el nivel de intimidad que se comparte es mayor, la familia y los amigos también nos reflejan distintos aspectos de nuestra personalidad. Seguramente tú, como la mayoría, tienes amigos de distintos ámbitos: escuela, universidad, del barrio donde creciste o el sitio en el que veraneabas, los que has ido haciendo en distintos trabajos, con quienes compartes hobbies o formas un equipo para practicar algún deporte, padres del colegio de tus hijos, personas a quienes te has vinculado por azar y con cada grupo (y cada persona dentro de éste) sacas a relucir una faceta que no necesariamente muestras en otro contexto.

 

los buenos amigos son buenos para la salud

Tus amigos de infancia son un gran reflejo de lo lejos que has llegado.

 

Algunos amigos los formamos de pequeños y si tenemos suerte nos acompañan toda la vida. Son como hermanos pues han sido testigos de tu infancia. Conocen a tu familia y entienden muchas cosas sobre ti porque tienen información que les facilita comprender por qué eres cómo eres. Aunque el tiempo los lleve por caminos distintos, los lazos que les unen son demasiado fuertes. Puede ser que ya no compartan mucho de lo que les unía, quizá viven en ciudades, países o continentes lejanos y sus estilos de vida tienen poco o nada que ver. Aún así, cuando se encuentran sientes que el tiempo no ha pasado porque el cariño sigue intacto. 

 

Tus amigos de infancia te permiten ver qué tan lejos has llegado respecto al niño o niña que fuiste. Son un reflejo estupendo del tipo de persona en la que te has convertido, pues te recuerdan quién has sido y, aún más importante, quién soñabas ser. Han visto de cerca, tal vez unas etapas más que otras, los sucesos que te han ido transformando y te ayudan a sobrellevar mejor las pérdidas y también a reconocer, celebrar y valorar tus éxitos sin que se te suban mucho a la cabeza.

 

Dicen que los amigos son la familia que uno escoge. Yo creo que, los amigos de la infancia se parecen más a la familia de origen. Más que elegirlos, la vida nos los ha dado. Aunque no necesariamente serían las personas a quienes hoy elegiríamos (porque nuestros intereses quizás son otros), son tan parte de nuestra historia personal y el afecto tan sincero que conviene cuidarlos.

 

 

¿Cómo hacer buenos amigos, de esos buenos para tu salud?

 

Hacer buenos amigos con el tiempo se va volviendo más difícil, nos volvemos más tiquismiquis. Hasta cierto punto es normal, pues con los años lo lógico es conocernos mejor a nosotros mismos, ganar claridad en cuanto a nuestros valores, definir -y por lo mismo- reducir nuestros gustos e intereses. Todo ello hace que se reduzcan quienes pueden resultarnos interesantes, compatibles y lo suficientemente atractivos como para desear conocerles mejor.

 

hacer amigos es como volverte fit

Toma tiempo, esfuerzo y dedicación crear una relación de confianza.

Una buena amistad, como cualquier interés o relación, requiere tiempo, dedicación y atención. Cuando somos adultos, las responsabilidades familiares, profesionales y personales dejan poco tiempo libre para cultivar nuevas aficiones donde conocer gente nueva y, aun menos, para ir construyendo confianza con la constancia que la intimidad requiere. Nuestras prioridades cambian y para muchos el cuidar de sus amistades o hacer nuevas pasa a un segundo o tercer plano.

 

Piensa en tu mejor amigo o amiga, ¿cómo llegaste a construir esa relación? ¿En qué momento decidiste que esa persona sería tu cómplice? Lo más probable es que no puedas contestar bien, quiero decir, con detalles y momentos precisos. Tranquilo, no es señal de estar perdiendo memoria.

 

Verás, los buenos amigos son buenos para tu salud y las mejores relaciones son como conseguir un cuerpo fit.

 

Me explico: ¿qué ocurre si vas un sólo día al gym? Exacto: nada. ¿Y si vas un par de veces al mes? Pues casi lo mismo. ¿Qué le ocurre a la gente que sólo se preocupa de su cuerpo para la famosa operación bikini? Unos meses se machacan, castigan su cuerpo, disfrutan poco del proceso y los resultados se esfuman antes que el bronceado. Estar en forma requiere constancia, perseverancia, paciencia. Implica dedicar tiempo, prestar atención, crear hábitos saludables y mantenerlos todo el año. Lograrlo supone esfuerzo, pero no debe sentirse como obligación.

 

El éxito radica en encontrar algo que te guste. Si no te diviertes haciendo deporte, difícilmente será algo que puedas realizar varias veces por semana durante años. Tener un cuerpo sano pasa siempre por aceptar tu tipo de cuerpo y no pretender cambiar yendo en contra de tu naturaleza. Es fundamental conocer cómo funciona tu metabolismo, qué le hace bien y cuidarte desde el amor, no con castigos. Se trata de potenciar tus puntos fuertes y descubrir qué encaja mejor con tu temperamento, estilo de vida, pasiones, capacidades y habilidades.

amigos fit

Sabes que es buen amigo si cuando están juntos te sientes en paz y después tienes más energía.

 

Con las amistades ocurre lo mismo. Deben ser personas que te nutran, con quienes aprendas, te diviertas y puedas ser tú de forma auténtica. Sabes que alguien es bueno para ti porque después de pasar tiempo juntos te sientes en calma y revitalizado. Igual que tras una sesión en el gimnasio, puede ser que estés cansado de lo que han hecho, pero es un cansancio rico que te ayuda a dormir mejor, despertar con energía y ganas de más.

 

Cuando descubres un deporte que te apasiona porque encaja contigo y te permite expresar partes de ti que de otro modo permanecerían dormidas, el enganche es inmediato. Simplemente sabes, que es algo que tienes que hacer y estás dispuesto a lo que haga falta para que forme parte de tu vida. Comienzas a hacerlo, probablemente con vergüenza de hacer el ridículo y miedo a no conseguirlo. Con la práctica te vas volviendo bueno, pero el progreso significativo no se nota de un día a otro, sino tras meses de entreno. Un buen día te descubres ganando, te miras al espejo y tu cuerpo se ha transformado. ¿En qué momento te salió un six-pack?  ?

 

Cuando conoces un buen amigo que será bueno para tu salud, intuyes que será alguien especial y buscas la manera de hacer planes juntos para irse conociendo. Dar el primer paso da miedo, nadie quiere sentirse rechazado. Confiar lleva tiempo. Poco a poco van saliendo intereses comunes, los planes son cada vez más divertidos y la conversación se va volviendo más profunda. Un buen día te llama  porque necesita desahogarse, o porque eres la primera persona a quien quería darle una buena noticia. Un buen día necesitas ayuda y le llamas para pedirle consejo. No sabes bien cómo ha sucedido pero has ganado un buen amigo y con eso has ganado -también- en salud.

 

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