
Los sueños no se cumplen solos. Sabemos que hace falta trabajar para hacerlos realidad. Sin embargo, eso no es todo. Hay una parte imprescindible en todo camino hacia el éxito, sin importar cuál sea ese para ti: necesitas contar con el apoyo suficiente.
Cualquiera que haya emprendido un negocio o se dedique a una profesión liberal puede decirte que, está donde está, gracias a que en su camino hubo, cuando menos alguien, que lo impulsó. Muchos de los que desistieron o no llegaron tan lejos como podrían haberlo hecho, te dirán que fue por falta de recursos. En algunos casos puede ser de talento o voluntad, pero en muchos otros fue por no contar con el soporte necesario.
Algunas vocaciones requieren comenzar muy temprano. Si dentro de la familia no existe la visión y el estímulo para desarrollarla, puede ser complicado -si no imposible- hacerlo de mayores. La mayoría de los sueños, por suerte, no tienen fecha de caducidad.
Nunca es demasiado tarde para cumplir tu sueño.
Abundan las historias de personas cuyos sueños se cumplieron a edades bastante avanzadas y, varias de ellas comenzaron tarde a perseguirlos. Es importante hacer esta distinción, no hablamos aquí de persistencia, sino de atreverse a iniciar algo nuevo.
Algunos ejemplos de gente exitosa que comenzó su carrera pasados los 40´s son: Raymond Chandler, Vera Wang, Julia Child, Tim y Nina Zagat. También hay quienes esperaron a esas edades para encontrar el amor y ser padres como Salma Hayek o George Clooney.
Como ellos, millones de personas anónimas lo hacen diariamente. Con lo cual, no vale la excusa de que se trata de gente diferente, especial. También tú eres especial, y puedes conseguir eso que anhelas… aunque los sueños no se cumplen solos.
No voy a decirte aquí que puedes lograr absolutamente cualquier cosa que te propongas, porque eso sencillamente no es cierto. Por mucho que hoy día esté de moda decirlo y lucrarse vendiendo esa idea. A todos nos gusta y, si no ponemos suficiente cuidado, seguimos a cualquiera que, cual Flautista de Hamelín nos haga creer que es verdad. Después llega la desilusión e incluso la creencia de que no vale la pena intentar nada, cuando lo más probable es que simplemente nos dejamos engañar.
La buena noticia es que, si bien no todo es posible, hay muy pocas cosas realmente imposibles.
¿Qué necesitas para hacer realidad aquello que deseas?
Lo primero es identificar si se trata de un deseo que debes cumplir. Contrario a lo que se piensa, no todos los sueños están para cumplirse: algunos sirven para mantener viva la ilusión de vivir. Lo cual es muy válido siempre y cuando seamos conscientes de ello. Las fantasías nos sirven para escapar de la realidad. Todos necesitamos hacerlo de vez en cuando y esta es una forma inofensiva de llevarlo a cabo.
Un sueño que llevas años soñando no es un sueño, es un mensaje. Y necesitas descifrarlo.
Si tu deseo es posible, es bueno para ti y para otros (o al menos no daña injustificadamente a nadie) y cuentas con los recursos necesarios (o existe la forma de conseguirlos), entonces, por difícil que parezca, se trata de un sueño que puedes y quizá debes hacer realidad.
La forma de lograrlo es transformándolo en objetivo. Un objetivo es un sueño con plazo. En otros artículos hemos hablado sobre cómo plantear bien tus objetivos para que puedas cumplirlos. También sobre la forma de reconocer cuando el objetivo está mal formulado y es preciso hacer ajustes que faciliten alcanzarlo.
Aquí vamos a hablar del recurso más importante: el apoyo adecuado.
Los sueños no se cumplen solos.
Cuando se elabora un plan de negocios o un plan de acción, los recursos que se tienen en cuenta normalmente son los referentes a cuestiones materiales. Dinero circulante, bienes muebles, inmuebles, amortizaciones, gastos de puesta en marcha, equipo y todo lo relacionado con la inversión inicial.
En el mejor caso, se contemplan también intangibles e incluso cierto apoyo que puedes llegar a necesitar. Pero este suele estar ligado a los primeros: ¿cómo vas a financiar tu proyecto?, ¿quién te puede proveer algo que necesitas?, ¿alguien puede enseñarte algo que te falta aprender?, ¿qué personas pueden introducirte a otros para tener éxito?
Todo ello es elemental. No hace falta que tu objetivo esté ligado a emprender un negocio, siempre necesitas un buen plan de acción para alcanzar cualquier meta. Ojo, hay algo más de lo que casi nadie habla y yo te voy a contar, porque es una de las claves esenciales del éxito.
He comprobado en primera persona y con muchos terceros, clientes y amigos, que por fabuloso y realista que sea tu plan, por mucho que cuentes con recursos y ayuda externos, aun teniendo capacidad infinita de auto-motivación y resilencia, sin el apoyo de quienes tienes más cerca, se vuelve prácticamente imposible conseguir lo que quieres.
Dime con quién andas y te diré que tan lejos puedes llegar.
No es casualidad que las personas más exitosas vivan rodeadas de otras personas igualmente exitosas. Visto de fuera parece una simple consecuencia de su éxito. La realidad es que se trata más bien de una de sus causas.
Los sueños no se cumplen solos, necesitas rodearte de personas que deseen verte triunfar y apoyarte para que logres hacer realidad aquello que deseas.
¿Te imaginas vivir con alguien que no cree en ti y tu capacidad de convertir tu sueño en realidad? Que tu pareja, hijos, padres, te digan día y noche que estás perdiendo el tiempo, que nunca vas a conseguirlo, que mejor te dediques a algo más productivo, que vas por mal camino, no tienes edad, talento, recursos suficientes… es para desmotivar a cualquiera. Peor si te ponen entre la espada y la pared: o tus sueños o ellos.
Por eso, es fundamental elegir como pareja alguien capaz de ver tu grandeza y que te aliente a vivir a esa altura. A veces es incómodo porque un amor así, aunque es el verdadero, o tal vez precisamente por eso, no te va a dejar ser menos de lo más que puedes ser. Para elegir ese amor, por tanto, hace falta lo mismo que para cumplir tus sueños: valor.
A nuestros padres e hijos no los elegimos, así que ahí simplemente la solución pasa por mantener una comunicación abierta y asertiva para intentar que empaticen y brinden su apoyo. También para establecer expectativas y límites claros.
Eres tan exitoso como las 5 personas con quienes más convives.
Está demostrado (video). Analiza cómo son las 5 personas con las que pasas más tiempo y saca tus propias conclusiones. A los colegas no siempre podemos escogerlos, a los amigos sí.
Busca rodearte de gente que te rete, sea positiva, buena influencia, que aporten conocimiento y den energía. No hace falta que sean como tú, las diferencias enriquecen. Cuanto mejores sean ellos, mayores serán tus posibilidades de crecer.
Cuídate de los falsos amigos, los vampiros emocionales y la gente envidiosa. Algunos disimulan muy bien, por eso debes estar alerta. Como me decía un profesor muy querido: a los verdaderos amigos se les conoce en las malas, por eso en el éxito estamos solos.
Desde luego no es verdad. Los verdaderos amigos son los que están en las malas y también en las buenas. Los que no te apoyan desde las gradas, sino que bajan contigo a la cancha y se implican. Son tu equipo.
Lo que es cierto es que, es más sencillo que las personas estén dispuestas a ayudar cuando estás en problemas, a que se alegren sinceramente por tus triunfos. En el primer caso, ellos son los héroes. Dar auxilio a quien lo necesita les engrandece (al menos en apariencia) y tienen poco que perder. El segundo, en cambio, requiere humildad y seguridad para saber colocarse en un segundo plano, reconociendo que: el brillo de otro no disminuye la propia luz. Por supuesto, esta es la verdadera grandeza.
Ten en cuenta la importancia de un tercero imparcial.
El camino que conduce de una simple fantasía a convertirla en una realidad concreta, es largo. Para recorrerlo de principio a fin necesitas apoyo adecuado en cada etapa. Gente que te inspire para echar a volar tu imaginación. Que crean en ti y tus posibilidades. Que te ayuden a aterrizarlo y trazar la mejor estrategia para llegar a la meta. Personas que te animen cuando te falte motivación. Necesitas alguien que, cuando tengas ganas de tirar la toalla (y créeme, las tendrás), sepa y te recuerde por qué es importante para ti seguir adelante.
Contar con un buen Coach no sustituye el apoyo de tu pareja, familia y amigos, pero es un gran complemento. Por un lado, te ayuda a poner en perspectiva si lo que deseas es realista, en cuanto a tu objetivo. También respecto a las expectativas que tienes del apoyo que esperas recibir.
Esto es importante porque muchas veces esperamos que nuestra pareja (también amigos y familia) sea además terapeuta, Coach, consultor y cheerleader incondicional, entre muchas otras cosas que no cabe esperar de una sola persona. Menos si no es profesional en aquello que le requerimos. Un tercero imparcial ayuda a no dañar innecesariamente una relación sometiéndola a un estrés que puede evitarse. Si además es un profesional la ayuda será mucho más eficaz.
¿Tienes algún sueño por cumplir? ¿Cómo influyen quienes te rodean en hacerlo, o no, realidad? ¿Qué necesitas para conseguirlo?
Si te puedo ayudar ponte en contacto conmigo 🙂
Muchos sueños no se pueden cumplir porque, aparte de nuestras mayores o menores capacidades y esfuerzos, son imposibles. Esto hay que tenerlo claro para no caer en frustraciones absurdas. Y son imposibles porque los sueños de unos chocan con los de otros, se enfrentan, son incompatibles entre si, para que unos triunfen otros tienen que fracasar. En última instancia hay que tratar a ambos, éxito y fracaso, como dos impostores, como en el maravilloso poema If de Kipling. Aunque haya quienes nos quieran vender la moto de que con actitud positiva todo es posible. Eso es un gran engaño del que algunos/as quieren vivir con cursillos y demás.
Muchas gracias por tu comentario, me encanta ese poema de Kipling.