
El verdadero significado del árbol de Navidad es la esperanza.
¡Feliz Navidad!
Antes de comenzar quiero expresarte mis mejores deseos para que pases unas Navidades muy felices. Para muchos de nosotros serán diferentes. Como quiera que vayas a celebrar esta noche y mañana, espero que lo hagas teniendo en mente que el verdadero significado de la Navidad es el amor y del árbol de Navidad la esperanza.

¡Qué la Luz te ilumine para que esta Navidad te llene de esperanza!
¿Conoces el origen del árbol de Navidad? Parece que se remonta a Bonifacio, un misionero inglés que, entre los años 680-754 fue a evangelizar Alemania. Eligió un abeto como símbolo del amor eterno de Dios, pues este árbol permanece siempre verde, sin importar la dureza del invierno o los cambios de estación.
Creo que las enseñanzas de la Navidad son tan bellas y profundas que valen para todos, independientemente de que creas o no en Dios y seas o no católico. Si no lo eres, espero que tengas la mente lo suficientemente abierta para continuar leyendo y ver si algo de lo que aquí cuento resuena contigo. Estoy convencida que las reflexiones a las que te invito en este artículo pueden enriquecerte mucho.
¿En qué piensas cuando ves un árbol de Navidad?
Si te pido que pienses en un árbol de Navidad, ¿a qué te remonta o que otras imágenes te vienen a la mente? Probablemente varias de las siguientes: regalos, adornos, luces, estrella, infancia, familia, ilusión, sorpresas, fiesta, vacaciones, viaje, Papá Noel o Santa Claus, Reyes Magos, tradición, olor a pino, canela y ponche, unión, villancicos, verde, nieve, rojo, pavo, manzanas, uvas, chocolate, chimenea, trineos, fuego, nostalgia, calor de hogar, invierno, ugly christmas sweater, abrigo, gorro, guantes, bufanda, cava o champagne…

Abre tu mente y tu corazón: ¡deja que la Navidad te llene!
Para muchos es su época favorita del año. A mi familia la bauticé como los Christmas Freaks porque desde el 26 de diciembre están planeando la siguiente Navidad, coreografía de todos incluida. Poner el árbol de Navidad en casa de mis padres siempre fue todo un ritual, compuesto de millones de detalles que lo hacían de pequeños mágico, de adolescentes un engorro y ahora -confieso- se echa de menos. Para otros es triste y trae malos recuerdos o buenos, pero por lo mismo inducen a la melancolía. ¿Qué es para ti la Navidad? ¿Ha cambiado su significado a lo largo de los años? ¿Cómo la estás viviendo este año?
Sin importar cómo la estés viviendo en este extraño 2021, te propongo reflexionar sobre las siguientes cuestiones que son el mejor regalo de Navidad. ¿Te subes conmigo al trineo? ¡Vamos a ello!
1. Navidad es dejarse sorprender.
¿Has pedido algo a Santa Claus este año? Quien dice a Santa Claus, dice a Dios, a la Vida, al Cosmos… Piensa si realmente tienes claro qué es lo que en fondo-fondo deseas y si tienes el valor de, en primer lugar admitirlo y, en segundo, pedirlo.

¿Te atreves a pedir lo que quieres?
Tal vez tienes miedo de sincerarte contigo porque crees que da igual lo que pidas, de todas formas no te lo van a traer. Este tipo de creencias suele arraigarse en la infancia, así que es un buen momento para meditar si solían traerte lo que pedías cuando eras un niño o niña o si abrir los regalos por la mañana del 25 de diciembre era más bien una decepción. Puede ser que en tu hogar no hubieran los medios suficientes y que te daban lo mejor que tenían. También es posible que aprendieras que ser bueno era sinónimo de no atreverte a pedir nada, porque hacerlo solo provocaba malestar en tus padres o intuías que les colocaba en un aprieto. Quizá, aún existiendo los medios, no recibías lo que deseabas porque ellos sabían mejor que tú lo que necesitabas.
Si pensamos en la historia de la Navidad, esta de alguna manera se basa en una sorpresa: a María se le aparece el ángel Gabriel y le anuncia que será la Madre de Dios. José se entera que la mujer con la que está prometido está embarazada por obra del Espíritu Santo. A partir de ahí y hasta el nacimiento de Jesús en Belén, son sorprendidos en múltiples ocasiones. Desde verse obligados a huir a Egipto hasta las condiciones en las que recibieron a su hijo.
Einstein decía que sólo hay dos formas de vivir, una creyendo que los milagros no existen y otra creyendo que todo es un milagro. Él optaba por la segunda, ¿y tú?
Todos tenemos en nuestro interior la capacidad de asombro. Pregúntate si la tuya está bien afinada o necesitas cultivarla.
Es fácil saber si eres una persona abierta a que la vida te sorprenda o por el contrario intentas con tanta fuerza controlarlo todo que hay poca emoción en tus días. ¿Vives la expectativa de aquello que quieres con angustia o con ilusión? Dejarte sorprender es vivir la espera con alegría, independientemente del resultado.
2. Navidad es saberse amado.
Navidad es la celebración del nacimiento de Jesucristo. En la tradición cristiana el milagro es que Dios, en el mayor acto de amor por los hombres imaginable, se hace hombre. Surge la Trinidad, enviándonos a su Hijo por medio del Espíritu Santo para nuestra salvación. El mensaje del Emmanuel es sencillo: ámense los unos a los otros.
En un momento histórico en el que la gente se siente más sola y abandonada que nunca, donde no sólo hemos perdido de vista lo que significa el Amor, ya no digamos ponerlo en práctica, si no que también estamos perdiendo de vista quién es el prójimo, el árbol de Navidad está aquí para recordárnoslo.
Repito, creas o no en Dios, lo más importante es: ¿crees que mereces un amor tan grande como el que plantea la Navidad?

¿Te sabes amado?
Difícilmente encontrarás el amor, o te sentirás realmente amada o amado, si dudas de tu propio valor y no crees que ese amor que anhelas es posible y te está esperando. (Si lo tienes cuídalo.) A estas alturas del partido, seguro que también sabes que para recibir hay que dar y para poder tener algo que dar antes debemos abrirnos a recibir. ¿De dónde vas a sacar tú algo que no hayas recibido antes?
¿Quiénes son para ti los otros? ¿A quién consideras tu prójimo? ¿Cómo crees que una persona que ama a otra debe comportarse? ¿Cuántas de esas acciones llevas tú a cabo para con los demás? ¿Permites que en tus relaciones cercanas otros te expresen su amor? ¿Dejas que otros se comporten alejados de lo que para ti es el amor por miedo a perderlos? ¿En qué medida ello te acerca o aleja de la relación que deseas?
Hoy más que nunca ten presente que siempre estás acompañado, eres amor y tienes el derecho -y el deber- de expresarlo y recibirlo.
3. El Árbol de Navidad son regalos.
Antes de que te me dejes venir con que la Navidad se ha vuelto un pretexto para el consumismo y que los regalos son una expresión más de lo peor del capitalismo, permíteme decirte dos cosas. Primero: aquí, como adivinarás, no me voy a referir a esos regalos. Segundo: no tiene nada de malo querer recibir también esos regalos. Tú, como todos, mereces algún que otro caprichito y entre tener antojo de algo material y ser un adicto a las compras o una persona absolutamente superficial hay un abismo.

¿Haces buen uso de tus dones y talentos?
¿Sabes lo que significan las esferas y otros adornos del árbol de Navidad? La estrella no cuenta. Todos sabemos que representa a la estrella de Belén, que sirvió de guía para que encontraran el sitio donde nacería Jesús. Ello es un símbolo de que todos necesitamos una guía que ilumine nuestro camino. Tener una meta clara alineada con tus valores es lo que da sentido a tu vida. Pero ahora estamos hablando del árbol de Navidad, sus adornos y los regalos. Disculpa, ya sabes que empiezo a hablar de metas y objetivos y me pierdo (pero sólo para que te encuentres). 🙂
Los adornos representan nuestros dones. Porque Dios no sólo vino a salvar, a ser guía, maestro y acompañar. No sólo es mensajero del Amor y a través del Misterio cada año nos recuerda que también estamos invitados a participar del re-nacimiento. También nos regala talentos.
Aprovecha esta Navidad para pensar en cuáles son tus dones y talentos. No vale decir que no tienes. Si aún no lo tienes claro pregunta a las personas que mejor te conocen y piensa si honestamente puedes decir que estás haciendo buen uso de ello. Escribe al menos una cosa que puedas llevar a cabo en 2022 para aprovecharlos mejor, teniendo como foco el amor. Para ello completa las siguientes frases:
a) Si yo confiara realmente en que soy absolutamente amado tal y como soy y que no dejaré de serlo me atrevería a hacer:
b) Si yo amara realmente a mi prójimo como me digo que lo hago haría:
4. Navidad es contemplación y silencio.
Por último, tómate el tiempo para contemplar en silencio el árbol de Navidad pensando en todas estas cuestiones. Si has descubierto nuevas cosas sobre su simbolismo, obsérvalo y deja que sea él quien te diga cuál es el significado que tiene para ti. Ábrete a recibir sus regalos.

Observa bien el árbol de Navidad. ¿Qué ves?
Bueno querido (querida), espero que te guste este regalo de Navidad que escribí porque tuve que pasar toda la mañana en la oficina con mucho cariño para ti. Fuera de broma, sí que es un artículo especial, hecho con amor, a la espera de que pueda servirte. Si te gusta por favor compártelo con otros para que seamos más personas las que reflexionemos sobre estos temas y nos beneficiemos todos.
¡Disfruta y que te traigan muchos regalos! O mejor: ¡qué descubras y sepas aprovechar los que ya tienes!