Noticias

Necesitas un objetivo con sentido

By 31 enero, 2021 No Comments

Necesitas un objetivo con sentido

objetivo con sentido

Necesitas un objetivo con sentido este 2021.

Para muchos, el inicio de año está resultando más complicado de lo esperado. La cuesta de enero ya parece más una recta ascendente que no sabemos dónde irá a parar. A casi un año de la pandemia, nos urge un respiro, una tregua que no termina de llegar.

 

El cambio de año tiene algo de superstición, como si por pasar de hoja en el calendario automáticamente se cerrarán ciclos y todo lo que no queremos o no nos gusta quedara atrás. Cuando lo estamos pasando mal, vemos con esperanza la llegada de un nuevo año. Una suerte de pensamiento mágico, arraigada en rituales centenarios, nos ayuda a creer que éste traerá consigo todo lo que nos faltó o no logramos en el anterior. Sin tener que esforzarnos, ni superarnos. Sin aprender las lecciones imprescindibles para conocernos mejor, crecer y trazar nuevas metas que reflejen lo vivido.

 

un objetivo no es un deseo

Tus objetivos no se van a cumplir solos.

 

Pretendemos que se cumplan los deseos de las doce uvas, como si los Tres Reyes Magos fueran para los adultos los Doce Meses Del Año. Nos extraña constatar, bien entrado enero, que no sólo las dificultades anteriores no han cesado, probablemente se han hecho más grandes (¡cómo no, si no hemos actuado para solventarlas!) y el nuevo año más que soluciones -las hay, pero hace falta salir a buscarlas- nos ha regalado nuevos retos.

 

Un objetivo con sentido es un compromiso no un deseo.

 

La primera distinción que hay que hacer, es entre objetivo y deseo. El deseo es algo que nos gustaría que sucediera, puede tratarse de algo que incluso realmente queremos mucho, con lo que llevamos tiempo soñando, pero en realidad no tenemos intención de hacer un verdadero esfuerzo por conseguir. Como querer hacerse millonario comprando un billete de lotería o correr un maratón entrenando 20 minutos a la semana.

 

Un objetivo siempre supone esfuerzo. Un objetivo con sentido te ayuda a crecer en algún área personal o profesional. Crecer -emocionalmente, intelectualmente, en condición física, etc. – duele. Implica salir de tu zona de confort, enfrentar tus limitaciones, encontrarte cara a cara con tus miedos, revivir cosas del pasado que quisiéramos dejar atrás, y seguir adelante cuando lo que deseamos en ese momento es tirar la toalla.

 

El deseo responde a un impulso y a la gratificación instantánea. Un objetivo con sentido es cuestión de carácter, requiere perseverancia y busca hacernos mejores personas.

 

objetivo con sentido

No se trata de cuán fuerte golpees, se trata de cuán fuerte pueden golpearte y sigues moviéndote adelante. Así es como se gana. Rocky

 

Un ejemplo de esto que me encanta poner en mis talleres y conferencias es el de Rocky Balboa. La película Rocky ganó el Oscar el año en que nací, ha pasado a la historia como una de las mejores y continúa siendo vista por millones de personas todos los años. (SPOILER ALERT si no la has visto te recomiendo saltarte los siguientes dos párrafos, mejor los lees después de verla 🙂 )

 

¿Qué es lo que hace que todos empaticemos con Rocky? No es su fuerza, su capacidad como boxeador, ni sus ganas de triunfar. Él no quiere ser el número uno. Lo que busca Rocky es demostrarse a sí mismo que no es un perdedor. Sabe que no tiene oportunidad de vencer al campeón del mundo, pues ni siquiera es un boxeador profesional como tal. Su meta es llegar a 15 rounds en la pelea contra Apollo Creed. Todos deseamos verlo ganar, porque lo hemos visto sufrir, entrenar, luchar, enamorarse y crecer personalmente para llegar hasta ahí. Sabemos que se ha dejado la piel y por eso sentimos que merece ser recompensado.

 

Adoro este ejemplo porque ilustra dos conceptos básicos cuando hablamos de un objetivo con sentido: este debe ser realista (Rocky no se plantea el objetivo de ganar al campeón sino durar 15 rounds) y hacerte crecer como persona (aunque al final Rocky pierde la pelea, todos lo vemos como ganador, no sólo porque logró su objetivo, sino porque sabemos que en lo que cuenta él ganó). Además, permite reflexionar sobre los conceptos de ganador y perdedor. Te invito a que escribas tus definiciones de ambas, nombrando las cualidades que tienen las personas que encajan en cada una de ellas.

 

No se trata de un deber.

 

Para que un objetivo tenga sentido, debe tratarse de algo que te ilusione. No siempre podemos hacer todo lo que nos gustaría, ni hacer únicamente aquello que nos gusta. Parte de madurar supone ceder, poner los intereses y gustos de otros por encima de los nuestros, saber cuándo hay que obedecer o renunciar, no esperar que otros corran los riesgos que no nos atrevemos nosotros a correr y asumir responsabilidades que quizá preferiríamos no tener. Cumplir con lo que nos toca también nos ennoblece y ayuda a crecer, pero no confundamos objetivo con deber.

 

 

que te ilusione

Un objetivo con sentido te ilusiona y motiva.

 

El nivel de emoción que te causa tu objetivo es proporcional al sentido que ofrecerá a tu vida.

 

Por eso, siempre aconsejo a mis clientes, centrarse en aquello que verdaderamente les brinda alegría y va a tener el máximo impacto para mejorar su vida, aunque ésta no esté exenta de obstáculos, momentos de duda o pena. No se trata de sufrir para vencer. Creo que es urgente como sociedad superar aquello de no pain, no gain. De lo que sí se trata es de aguantar la incomodidad. Hay una diferencia enorme, entre buscar dentro de nosotros mismos la fuerza necesaria para continuar cuando sentimos que ya no podemos más, pero intuimos que, con un poco más de esfuerzo de nuestra parte lo podremos lograr, y soportar un dolor intenso capaz de causarnos un daño real. En este caso, puede que además de no conseguir nuestro objetivo, el daño haga imposible que lo volvamos a intentar o perdamos mucho tiempo rehabilitándonos, física, mental o psicológicamente.

 

Un buen objetivo es lo suficientemente grande para retarte y obligarte a crecer, pero lo bastante realista para que seas capaz de lograrlo en un tiempo y con un esfuerzo razonables.

 

Si no te entusiasma al menos entre un 80% y un 90% pensar en lo que tendrás que llevar a cabo para conseguir lo que quieres, lamento informarte que tu objetivo no tiene sentido y lo mejor es que busques otro que te ilusione más.

 

Una señal inequívoca para saber si estamos ante mera incomodidad o sufrimiento, es si estamos siendo capaces de disfrutar lo que hacemos. 

 

Un objetivo con sentido es algo que tú eliges.

 

Se han hecho varios estudios sobre el porcentaje de personas que cumplen sus propósitos de año nuevo. ¿Sabías que sólo un 8% lo logra? En otras palabras, el 92% de las personas no cumplen sus objetivos. De hecho, aproximadamente un 77% no pasa de la primer semana y del 33% que continúa el 40% tira la toalla a los seis meses.

 

Existen varios motivos para que esto ocurra. Te recomiendo leer (o repasar) este artículo sobre cómo reconocer un mal objetivo y qué hacer para transformarlo en bueno. Uno de los más comunes es que se trata de algo que no eliges libremente. Aunque no sea un deber propiamente, es algo que tú crees que debes tener, alcanzar, hacer, ser o conseguir, pero que en el fondo en realidad no te interesa. Aquí las expectativas de otros (pareja, padres, hijos, jefe, entorno, sociedad) juegan un papel importante.

 

objetivo autentico

Para que tu objetivo tenga sentido debe ser auténtico.

Muchas veces dejamos de perseguir nuestros sueños, aquello que responde a nuestra autenticidad, a lo que en verdad estamos llamados a ser, por miedo a cómo seremos juzgados.

 

La sociedad tiene unos conceptos de lo que supone ser exitosos, demasiado estrechos. Bastante perjudiciales cuando el suicidio es la primera causa de muerte no natural.

Resulta fundamental tener tu propia definición de éxito, lo que para ti significa ser ganador o perdedor. (Detesto esos términos, lo uso aquí para que todos me entiendan.)

 

Para que tu objetivo tenga sentido, el conseguirlo debe ser capaz de transformarte o al menos acercarte a la mejor persona que puedas llegar a ser. Piensa en Rocky: ¿qué objetivo realmente te hará sentir que tu vida, en medio de la pandemia, con todas las restristricciones, vale la pena?

 

Ahora, más que nunca necesitas un objetivo con sentido.

 

La confianza que teníamos puesta en que este año todo fuera más fácil, está probando ser infundada. Algunos lo veíamos venir. Asumimos pronto que este año será igual o más duro que el 2020. Ojalá no sea así y en unos meses las vacunas ayuden a resolver al menos una parte de esta crisis. Lo sabio, como dice el refrán, es: esperar lo mejor y estar preparados para lo peor.

 

Es normal después de casi un año de renuncias, pérdidas, aislamiento, en muchos casos soledad, sentirse abatidos. Negar nuestras emociones únicamente agrava la situación. No se trata de catastrofizar, sino de aceptar que, aún en medio de una catástrofe es importante encontrar cosas con las que disfrutemos, que hagan todo de cierta manera más bello y nos recuerden que en la vida vale la pena darlo todo hasta el final.

 

Vamos con otra película épica: Titanic. En lo personal no me gustó, pero no deja de tener muchos méritos. Entre ellos, la escena clásica en la que la orquesta toca -y varios pasajeros se acomodan en sus asientos bien colocados- mientras el barco se hunde. Visualmente es muy potente. Nos ayuda a comprender cómo, un gesto de generosidad y belleza puede darle sentido incluso al momento de nuestro más profundo hundimiento (tranqui, en tu caso no hace falta que sea literal) y, en cierta manera, salvarnos. Cuando menos de la desesperación.

 

titanic

Tu objetivo en 2021 debe estar relacionado con eso que no te deja hundirte.

 

No se trata de fingir alegría, ni de buscar a toda costa sentirse optimista. Pasar de la tristeza y la desesperanza a la ilusión y confianza no es razonable. Hay que ir, poco poco.

 

El 2021 puede ser igual o más duro que el 2020.

 

Es primordial que encuentres un objetivo con sentido, algo que te ayude a levantarte cada día con la motivación de hacer algo importante y especial para ti. Se trata de prevenir, no dejar que te vengas abajo ante la crisis. Darte espacio para disfrutar sabiendo que con ello contribuyes a tu desarrollo personal y/o profesional. (Y salud mental.)

 

Además de ser SMART, tu objetivo en 2021 debe tener las siguientes cualidades:

 

  1. Emocionarte.
  2. Ser realizable teniendo en cuenta las restricciones actuales.
  3. Que su cumplimiento dependa sólo de ti… aunque se vale pedir ayuda e involucrar a otros.
  4. Hacerte sentir ganador según tu propia definición.
  5. Ser pequeño (si es grande, partirlo en objetivos lo más pequeños posible). Necesitas disfrutar, no añadir estrés a tu vida.
  6. Especificar además de en qué consiste, cómo vas a medir el progreso y el plazo para conseguirlo, cuándo vas a llevarlo a cabo. Piensa en cuánto tiempo puedes razonablemente destinar cada día a cumplirlo y a qué hora. Procura que sea inmediatamente antes o después de algo que hagas diario y te guste. Por ejemplo, después tomar un café por la mañana, o antes de darte un baño relajante por la noche. Cuando tu cerebro hace una conexión entre actuar para cumplir tu objetivo y llevar a cabo algo que siempre haces y saboreas, es mucho más probable que entres en el 8% de personas que logran lo que se proponen. De hecho se vuelve casi automático. Pronto lo difícil es no hacerlo, precisamente porque lo asocias con disfrute y beneficios tangibles.

 

Si pasan las semanas o los meses y no encuentras motivos para mirar al futuro con ganas, o no eres capaz de encontrar cuando menos un rato diario para hacer algo importante para ti, busca ayuda profesional. ¡Rocky no hubiera aguantado ni dos rounds de no ser por Mickey!

 

Dejo por aquí una de mis canciones favoritas, la que se baila en mi Titanic personal. Ojalá te recuerde hay belleza en todo si sabemos mirar.

 

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.