
Llega al 2020 en plena forma. Evidentemente no te voy a hablar aquí de dietas o ejercicios, para eso hay cientos de personas más cualificadas que yo. Lo que te propongo es un bootcamp de 4 semanas para entrar al nuevo año en plena forma emocional.
Comienza la cuenta atrás.
Aunque parezca increíble, ya sólo quedan 4 semanas para Navidad y 5 para cambiar de año. ¿Soy yo o cada vez el calendario se deshoja más de prisa? Y no me vengan con que es la edad, que no me lo creo. Supongo que tiene más que ver con el estilo de vida que hemos creado.
Vivimos como si la vida fuera un maratón y el primero en llegar a la meta gana. Y resulta que un día nos damos cuenta que no hay meta y el que corre más de prisa se pierde todo lo bueno.
Despertamos para ir corriendo a hacer deporte. Para llevar niños al colegio, para ir al colegio (da igual los años que tengas, ahora hay que seguir estudiando) y de ahí a trabajar. Echamos más horas de las que nos gustaría en ello. Comemos deprisa, muchos, inexplicablemente para mí (y digo inexplicable porque alguna vez yo también estuve ahí), delante del ordenador porque así salimos antes. Y no vemos la hora de irnos. Recoger hijos. Llevarlos a las extra-escolares. Ir a nuestras extra-escolares para practicar algún hobby, antes de caer rendidos. Con suerte habiendo cenado bien y disfrutado un poco en buena compañía. Tal vez hasta un libro o serie antes de dormir.
Y cuando nos damos cuenta se acabó la semana, por mucho que los días se hicieran largos. Cambiamos de estación, de año, de década casi sin darnos cuenta. Como si las cosas nos pasaran a nosotros, en vez de nosotros hacer que las cosas que queremos que pasen, pasen.
Toma el control y llega al 2020 en plena forma emocional.
Lo primero que necesitas hacer es tomar el control de tu vida. Esto lo consigues tomando consciencia de lo que ocurre, para evitar que tu futuro lo construyan las circunstancias. Se trata de ser tú quien proactivamente lo cree.
Cuando digo: llega al 2020 en plena forma emocional, me refiero a que seas capaz de actuar para crear tus propias circunstancias y no simplemente reaccionar a las que te vienen dadas.
Da igual en qué punto de tu vida te encuentres ahora mismo. Siempre es momento de retomar las riendas de tu destino. No dejes que nadie, en especial tu mente, te convenza de lo contrario. Estamos en la recta final del 2019 y como quiera que haya sido, este año está por terminar y es el mejor momento de asegurarnos llegar al 2020 ¡con todo!
A continuación te propongo un plan de 4 semanas, en el que cada semana irás trabajando un aspecto fundamental de tu salud emocional. Te recomiendo escribir todos los ejercicios en un cuaderno y encender una vela cada semana después de completarlos. O quizá prefieras comprar un turrón, partirlo en 4 y comerte un trozo cada semana ( o un turrón por semana, ya dije que aquí no vamos a hablar de dietas 🙂 ). Cualquier ritual que elijas está perfecto.
Semana 1: GRATITUD
Tómate unos minutos para hacer un repaso mes a mes de todo lo que te ocurrió en 2019. Haz una lista con las mejores cosas que tuvo para ti. Para cada una de ellas piensa y escribe:
- ¿Por qué fue importante para ti?
- ¿Quiénes intervinieron?
- ¿Qué lo hizo posible?
- ¿A quiénes tienes que agradecer por ello?
- ¿Qué emociones y sentimientos te provoca recordarlo?
Procura esta semana y en las siguientes dar gracias a todas las personas involucradas. Si alguien ya no está, escríbele una carta y después rómpela, de lo contrario lo mejor es hacerlo en persona o por teléfono. Cómo te sientas bien. Lo importante es agradecerles diciéndoles específicamente por qué.
Repasa la lista de lo mejor de 2019 y piensa cuántas de esas cosas que agradeces son realmente cosas, y cuántos son más bien momentos o experiencias que sentiste como especiales. ¿Cuántos de ellos lo fueron porque los compartiste con alguien?
Si miras con atención tu lista de sentimientos y emociones: ¿qué valores puedes decir que se desprenden de ellos?
Semana 2: APRENDIZAJE
Saca tu lista de propósitos para este año si todavía la tienes, o redacta una nueva señalando cuáles eran tus objetivos, sueños y expectativas para 2019. Escribe para cada uno de ellos:
- ¿Por qué era importante para ti conseguirlo?
- Si lo conseguiste, ¿qué ganaste? Si no lo conseguiste, ¿qué falló?
- ¿Qué aprendiste?
- ¿Qué y quiénes intervinieron en tu éxito/fracaso? A quién tienes que agradecer y de qué. A quién necesitas perdonar y por qué. Agradece y perdona.
Revisa tu lista de éxitos y si no lo has hecho antes ¡celébralos! Revisa tu lista de cosas que no conseguiste y piensa qué parte del éxito dependía de ti. Sobre esa parte reflexiona qué pudiste haber hecho mejor. Con lo que sabes ahora, que antes seguramente no sabías o no tenías tan claro, ¿qué consejo te darías?
¿Cuántos de esos objetivos te gustaría continuar persiguiendo el próximo año?
Los que ya no te ilusionen déjalos ir. Acepta que no siempre se gana ni se consigue todo lo que queremos y utiliza mejor este aprendizaje y esa energía para luchar por lo que en verdad deseas. Llega al 2020 en plena forma soltando todo aquello que ya no tiene cabida en tu vida: sueños, proyectos, relaciones, hábitos…
Semana 3: PLAN DE ACCIÓN
Revisa las listas de las semanas 1 y 2.
- ¿Cuáles son los objetivos de 2019 por los que quieres continuar luchando en 2020?
- ¿Cómo se alinean esos objetivos con la lista de valores que elaboraste la primer semana?
- Teniendo en cuenta aquello que realmente es importante para ti, ¿qué te gustaría en verdad conseguir el próximo año? Escribe 2 o 3 objetivos, tampoco demasiados para mantener el foco.
- Haz un plan de acción para cada uno.
Llega a 2020 en plena forma visualizando cómo quieres que sea tu año. Intenta ver, con todos los detalles posibles, cómo llevas a cabo cada uno de los pasos necesarios para conseguir lo que realmente deseas. Asegúrate que tus objetivos están bien planteados y que tienes claro cuáles son las acciones que dependen de ti. Recuerda que tu forma de actuar hasta ahora, te ha traído los resultados que tienes ahora y tal vez haga falta hacer algunos cambios.
Semana 4: VIVE EL PRESENTE
Lo pasado, pasado y el futuro llegará. Céntrate en ahora y en disfrutar. Si has ido haciendo los ejercicios semana a semana, llevas 21 días tomando consciencia de lo que ha ocurrido en tu vida, tus emociones al respecto y lo que quieres hacer que suceda el próximo año.
Como decíamos al principio: uno de los grandes problemas que tiene nuestro estilo de vida actual, es que parece que el tiempo va demasiado rápido y no nos da tiempo a nada. Con todo y que estamos siempre ocupados. Lo grave no es eso, que al fin y al cabo es una sensación, pues el tiempo dura lo mismo independientemente de lo que a nosotros nos parezca. El tema de fondo es que las cosas nos pasen sin darnos cuenta y estemos en modo piloto automático reaccionando a lo que va ocurriendo sin influir para nada en ello.
El secreto para estar en plena forma emocional es tener claro qué queremos que ocurra y qué acciones necesitamos llevar a cabo para conseguirlo (recuerda que deben ser cosas cuyo cumplimiento en gran medida dependa de ti), y después, de hecho, llevarlas a cabo sin pensar más en el resultado.
Disfrutamos realmente el presente, cuando podemos olvidarnos del pasado y sabemos que las acciones que estamos emprendiendo nos conducen donde queremos llegar.
Es difícil disfrutar el paisaje cuando estamos completamente perdidos o tenemos prisa. Para hacerlo hace falta saber que vamos por buen camino o que tarde o temprano lo encontraremos.
Aprovecha esta semana para terminar de agradecer, soltar y planear cómo quieres que se vea tu vida en un año. Y sobre todo, practica estar en el momento presente, tomando consciencia de lo que ocurre, de tus pensamientos y emociones.
Ahora sí, relájate y prepárate a disfrutar de estas Fiestas a sabiendas que vas por buen camino: ¡llegas al 2020 en plena forma!