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La Verdadera Autoayuda

By 29 noviembre, 2022 No Comments

La Verdadera Autoayuda

la verdadera autoayuda

La verdadera autoayuda no es autoayuda.

 

La verdadera autoayuda no es autoayuda porque viene apoyada por alguien (pareja, familiar, amigo, profesional) o algo (generalmente un libro) externo a nosotros. Aunque el término pueda confundirnos haciéndonos creer que nos bastamos a nosotros mismos para resolver todos nuestros problemas, la realidad es otra. 

 

¿Por qué tiene tan mala reputación la autoayuda?

 

Sólo hay una cosa que me choque más que los pretenden hacerse ricos con la autoayuda y es los que pretenden hacerse ricos (o famosos o ambas) atacando el género.

 

Es verdad que la mayor parte de los libros de autoayuda no son gran literatura. No pretenden serlo. La inmensa mayoría sí son basura no son muy buenos. Teniendo en cuenta que se publican aproximadamente 100,000 títulos al año, la probabilidad de que el contenido de alguno sea malo es altísima. Sin embargo, las ventas no paran de crecer, lo vienen haciendo a una tasa anual de crecimiento compuesta del 11% desde 2013. En 2019 se vendieron 18,6 millones y sabemos que con la pandemia ha aumentado la demanda de este tipo de libros.

 

La verdadera autoayuda no está en los libros de autoayuda, está en los clásicos.

 

Queda muy bien para hacerse el intelectual renegar de los libros de autoayuda. Es una postura facilona, bastante simplista y tan llena de prejuicios como aquello que critican. Y es que, dime de que presumes y te diré de lo que careces. 

 

Aquello que no nos gusta en otros es un reflejo -generalmente- de lo que rechazamos o no aceptamos (a veces ni detectamos) en nosotros mismos. En otras palabras: lo que criticamos en otros responde casi siempre a nuestras propias carencias.

 

la verdadera autoayuda

No toda la música, literatura o cine es buena, la mayor parte no lo es. Pero no sólo los clásicos lo son. Lo mismo ocurre con la autoayuda.

Hablemos de literatura, al año, sólo en España se publican más de 60,000 títulos. El 40% de los cuales son obras de ficción. ¿Cuántos de ellos crees que son prescindibles? Si de esos hay uno o dos, o tres o diez, que puedan considerarse verdaderamente excelentes e imprescindibles vamos de gane. Y eso metiendo en un mismo saco a todas las novelas, que por género apaga y vámonos. ¿Cada cuanto aparecerá una buena novela erótica, por ejemplo?

 

Uno aprende más de modales y cortesía leyendo a Jane Austen que leyendo Los buenos modales para ser exitoso. Conocemos más sobre el valor de la amistad con El Principito, Los Tres Mosqueteros, Las Aventuras de Tom Sawyer o Sherlock Holmes que aprendiendo Como ganar amigos e influir en las personas. Si quieres entender mejor el amor y las pasiones humanas, te enseñarán más Catherine y Heathcliff, Ana Karenina, Madame Bovary, Cyrano de Bergerac o El Gran Gatsby, que buscando el secreto de amar y ser amado en ningún libro de autoayuda. Al menos aprenderás lo que no hay que hacer, por ejemplo suicidarte por amor creyendo que tu amado o amada está muerto 🙂

 

Si lo que quieres es aprender a ser mejor persona y vivir bien, olvídate de Los siete hábitos de la gente altamente efectiva y mejor lee a Cervantes, Tolstoi o Shakespeare.

 

Todo buen libro es un libro de autoayuda. A más de uno se le pondrán los pelos como escarpias al leer esa frase. Sobre todo, si son de los que remilgan de la autoayuda y presumen de leer a Ciorán y Husserl. Pero, justamente son los amantes de los clásicos los primeros que -confío- sabrán reconocer que precisamente los libros, en más de una ocasión les han salvado la vida y enseñado a vivir mejor. (Chicos, ¡que estoy en su equipo!),

 

Antes de criticar y descartar de pleno la autoayuda, sería bueno entender qué es y comprender a qué responde su auge.

 

libros de autoayuda

Si bien los mejores libros de autoayuda son los clásicos, existen excelentes obras en el género.

 

Dentro del género de autoayuda encontramos libros escritos por científicos serios como pueden ser algunos de mis favoritos: Esther Perel, Gabor Maté, Bessel Van Der Kolk, Brené Brown o Rebecca Solnit. Podrán gustarte más o menos, pero está claro que sus libros se basan en décadas de investigación y experiencia en sus respectivos campos.

 

Que la mayoría de ellos escriban en un lenguaje muy sencillo, pensado más para la divulgación -seguramente también para la comercialización- trae consigo que, si bien llegan a cientos de miles de lectores y a millones a través de las TED Talks, podcasts y formatos aún más digeribles, quienes buscan y disfrutan del rigor científico los tachan de pseudociencia.

 

La verdadera autoayuda tiene como finalidad hacerte mejor persona.

 

Algunos dirán que los autores que menciono no son propiamente de autoayuda, sino divulgadores de ciencia. ¿Dónde ponemos entonces la línea entre lo que es y no es autoayuda?

 

Está claro que la literatura, al menos la buena literatura, no tiene una finalidad utilitaria, como no tienen la poesía, pintura o el arte en general. Podríamos debatir horas o páginas sobre si la belleza tiene o no un fin, o es un fin en si mismo, pero sigamos la tónica de la autoayuda y mantengamos la cuestión más sencilla. El Quijote o Hamlet no tienen una finalidad como tal, sin embargo, es evidente que uno no es la misma persona antes y después de leerlos. 

 

La buena literatura nos transforma, la verdadera autoayuda también.

 

leer ayuda

Un buen libro -sea o no de autoayuda- pone tu mundo patas arriba y te transforma.

 

Quizá ahí resida la clave, en ver la intención con la que un libro está escrito. Dudo que Cervantes o Shakespeare, Iris Mudroch, Herman Melville o Virginia Woolf, escribieran sus obras con el objetivo de hacerse ricos, famosos y ayudar a otros a conseguir algo. Hay una filosofía clara en sus ficciones, retratan, cada uno en su estilo, la naturaleza humana. Escritos en tiempos y contextos diferentes, al retratar su época desde esa profundidad del ser humano, todos podemos identificarnos, aprender y, lo dicho: convertirnos en mejores personas gracias a ellos. Aunque tengamos. gracias a Dios, no sólo una habitación sino una casa propia.

 

¿Cuál es entonces la auténtica autoayuda?

 

En el caso de la autoayuda ocurre lo mismo. Lo buenos autores y, por tanto, los buenos libros parten de una necesidad auténtica de su autor de exponer un tema que le inquieta, sobre el que tiene profundos conocimientos (ganados con esfuerzo tras muchos años de investigación y trabajo duro) y experiencia (seguramente ha tenido que superar muchos obstáculos y pérdidas), que genuinamente desea poner al servicio de otros.

 

Destaco la palabra «servicio», porque la verdadera autoayuda no va de ego.

 

Entre los libros más vendidos se encuentran las autobiografías de personajes públicos que han sufrido y superado crisis graves. Incluso en la ficción, la moda está en la autoficción. En tiempos de selfies está de moda pensar que todo lo que nos sucede es interesante para todo el mundo. Hay que plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro (publicando mil fotos, reels, shorts, stories). Con la ventaja de que el libro va a llamar más la atención, o por lo menos eso ocurría antes de que que todos publicaran el suyo.

 

Claro que todos tenemos algo importante que decir y lo que te ha pasado importa. Lo que hay que saber reconocer es que, quizá no sea interesante para todo mundo. Podemos escribir un libro para nosotros mismos. De hecho, es una de las mejores herramientas de autoconocimiento, para autorregular nuestras emociones y una forma eficaz de hacer terapia. Pero de ahí a tener que publicarlo…

 

tu historia

Escribir tu historia es una poderosa herramienta de autoconocimiento. Quizá no haya que compartirla o sólo con unos pocos.

Resulta un poco presuntuoso creer que aquello que nos ocurrió y la manera en que lo superamos, o aquello que conseguimos y cómo fue que lo logramos es tan notable que haya que publicarlo en un libro. Todos los seres humanos, después de cierta edad, hemos experimentado una serie de problemas y pérdidas y prácticamente todos los que aquí seguimos, mejor o peor lo hemos resuelto. Salvo que se trate de algo verdaderamente excepcional o sobre lo que se ha trabajado años y se tiene algo nuevo, diferente y útil que contar, probablemente no vayamos a aportar tanto como creemos.

 

Esto no lo digo para desanimar a los futuros escritores, sino para comprender por qué existen tantos libros y la mayoría no valen para mucho. Pasa como con la televisión: miles de canales y es difícil encontrar algo que ver, mucho menos algo que consideremos excelente, ya no digamos obra maestra. ¿Te imaginas si hacer nuestra propia serie fuera fácil cuántas más habrían?

 

Recuerda: la verdadera autoayuda no es un tema de ego.

 

La auténtica autoayuda, como decíamos, responde a un deseo de servir a otros. De modo que el autor, antes de publicar, debe pensar con humildad si verdaderamente lo que va a hacer lo hace por ayudar y a quiénes y cuántos puede beneficiar. Quizá baste con escribirlo y repartir algunas copias entre su círculo cercano.

 

Ese filtro que antes ponían las editoriales ya no existe. No sólo contamos con plataformas de auto publicación, sino que sabemos de muchos casos en los que el autor puede pagar su propia edición para publicarse en editoriales reconocidas e incluso existen estrategias comerciales para llegar a ser un bestseller. Con lo cual, esto ya habla menos de la calidad de lo escrito y más de las posibilidades económicas, contactos y si el autor es o no un influencer antes de publicar.

 

Lo anterior no quiere decir que todos los libros autopublicados sean malos o que ningún bestseller sea bueno. Simplemente que: no podemos tachar a todos los libros de autoayuda como malos o inútiles, sólo porque un buen número lo sean. Ni creer que todos los autores del género lo hacen en una borrachera de narcisismo y viven en la-la-land. 

 

¿Cómo contribuye la sociedad a que hayan  tantos libros malos de autoayuda?

 

En una sociedad donde lo que se valora es la fama, hacerse ricos sin importar cómo, ser guapos o guapas a cualquier precio, ser felices y solucionar absolutamente todos nuestros problemas (¡Dios nos libre de tener que convivir con algo tan humano como el dolor! ?), de la manera más rápida y con el menor esfuerzo posible, no puede extrañarnos el éxito de los libros que prometen enseñarte cómo lograrlo. Triunfan los libros de autoayuda como triunfan los logos, el botox, las dietas milagro y cualquier cosa que prometa ayudar a escapar de la realidad. 

 

En casi todas las profesiones, escribir un libro es la nueva estrategia de posicionamiento y venta. Es entendible cuando para ser contratado muchas empresas ya se fijan en el número de seguidores que se tiene y la visibilidad. Son los mismos que piensan que una crema antiarrugas que cuesta 500€ funciona mejor que el remedio casero de tu abuela, porque el primero es caro y lo anuncia Eva Longoria.

 

dietas milagro

Si un libro te promete belleza, fama y fortuna sin salir de la cama y tú te lo crees, igual el problema no está en el libro. ¿No crees?

Una forma rápida y fácil de detectar si un libro es verdadera autoayuda o chapuza es fijarse en el título. Los primeros tendrán un título serio. Los segundos contendrán la promesa de una transformación total y están acompañados de alguna coletilla del tipo: sin esfuerzo, en sólo 10 pasos, en 7 días o algún otro plazo o promesa que en el fondo todos sabemos que es absurda.

 

Podemos diferenciar la verdadera autoayuda del egotrip, fijándonos también en el autor. Bien porque sea alguien que cuenta con una reconocida reputación. No necesariamente son famosos, al menos fuera de su ámbito. Son o han sido personas importantes en su campo y tienen una experiencia contrastable. O porque vemos que el libro está escrito desde la autenticidad y contiene información realmente útil. Si bien puede estar escrito en un lenguaje accesible, nos hará reflexionar y no será demasiado fácil de tragar.

 

Nada que pueda hacerte crecer será fácil, crecer implica romper y eso cuando menos genera incomodidad. 

 

La verdadera autoayuda no tratará de convencerte de nada.

 

La verdadera autoayuda no te da respuestas, te ayuda a encontrar las tuyas. Y esto puede hacerlo tanto o más un libro de poesía que otro que te enseñe un camino ya andado. Porque si bien todos podemos -y debemos- aprender de la experiencia de otros, cada uno debemos encontrar el nuestro.

 

Hay una realidad y es que no se nos enseña cómo. Aprendemos Matemáticas e Historia, pero no como construir relaciones sanas, sobrellevar un duelo o cuidar de nuestra salud física y mental. Nos preparan para ganarnos la vida, pero no tenemos idea como vivirla bien. Prometen felicidad y se olvidan que esta no está en la ausencia de dolor, sino en aceptar la dualidad de nuestra existencia.

 

No todos podemos pagar un mentor que nos enseñe estas cuestiones o un terapeuta que nos ayude a desenredar el entuerto de haber crecido sin aprender lo esencial. O sin modelos que sirvieran como ejemplo. Ahí es donde un buen libro (video, podcast) de verdadera autoayuda puede hacer la diferencia.

 

terapia y autoayuda

Cuando no hay posibilidad de contratar un profesional un buen libro de autoayuda puede hacer la diferencia.

 

Así que ya lo sabes: piérdele el miedo a los libros de autoayuda. Como todo en la vida, el que te sirva o no dependerá de que sepas elegir bien.

 

Y si sólo lees un libro en tu vida que sea Cartas a un Joven Poeta de Rilke. El mejor ejemplo de que, la verdadera autoayuda consiste en tener sabiduría suficiente para reconocer que necesitamos ayuda y humildad para pedirla.

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