ArticuloInteligencia EmocionalNoticiasProcesos de Coaching

4 Estrategias Para Convertir El Miedo En Tu Aliado

By 20 febrero, 2019 No Comments

4 Estrategias Para Convertir El Miedo En Tu Aliado

4 Estrategias Para Convertir El Miedo en Tu Aliado

Cuando queremos ser amigos de alguien, lo primero que necesitamos es conocerlo. Lo mismo ocurre con el miedo. Necesita dejar de ser un desconocido antes de poder convertirse en aliado. Para ello debemos acercarnos, igual que haríamos con una persona con quien deseamos entablar una relación.

 

Piensa en alguien que te resulte admirable o por quien sientes especial atracción. Puede ser una persona de tu entorno o algún personaje público. ¿Qué sientes cuando piensas en ella? Seguramente, además de admirable esa persona te resulta un tanto imponente.

 

Pensar en acercarte te hace sentir vulnerable, pues levanta ciertas dudas y temores completamente normales en este tipo de situación. Te preguntas qué pasará si te aproximas. Tus inseguridades más escondidas salen a la luz. Sin saber bien por qué, pues el sentimiento es irracional y generalmente infundado, de pronto sientes miedo a: el rechazo, no gustar, sentirte menos, descubrir cosas que no te gustan y romper una fantasía, perder, o –este es el peor- comprobar algo respecto de ti sobre lo que prefieres seguir engañándote.

 

Dar el primer paso parece imposible. Incluso, a veces, físicamente lo es. Aunque nuestro cuerpo sea capaz, nuestra mente nos lo impide.

 

Como explico en este artículo anterior, una de las reacciones que traemos de fábrica es la de paralizarnos cuando sentimos miedo. Las otras dos son pelear o huir. Cuando se trata de alguien que nos despierta interés y deseo de conocerle mejor, puede ocurrir que, cada vez que estamos a punto de dar ese paso algo nos hace callar o permanecer inmóviles, buscar conflicto donde no lo hay o encontrar alguna excusa que justifique no darlo. La mente encuentra siempre la manera de racionalizarlo, para hacernos creer que esa era la forma correcta de (no) actuar.

 

Ahora sabemos que miedo y confianza son dos actitudes que podemos tener frente a una situación de incertidumbre. Mucho depende de la historia que nos contamos. Por eso, es importante aprender las 4 estrategias para convertir el miedo en tu aliado y no dejar que boicotee tus planes, alejándote de lo que en verdad deseas.

 

Tu mente no está programada para buscar el cambio sino para impedirlo.

 

Cualquier cosa que amenace con alterar el status quo es juzgado como amenaza. Por eso, aun tratándose de un cambio para bien, la cabeza usará todas sus armas para convencernos que no lo hagamos. Y créeme, tu cabeza tiene armas muy poderosas. Hay una casi infalible: el poder de racionalizar.

 

Racionalizar las cosas tiene poco que ver con pensar conscientemente y mucho con justificar. Es la forma en que nuestra mente evade la vulnerabilidad y el riesgo, al tiempo que se cuelga la medalla de la inteligencia. Ósea no es que estés siendo cobarde, es que eres una persona muuuy razonable y sabes cuidar de ti :))

 

Si te suena lo anterior no te avergüences, estás en buena compañía. La mente de todos nosotros está programada de ese modo. La buena noticia es que podemos dejar de ser dominados por ella y aprender a controlarla para conseguir lo que deseamos, en especial, sentirnos bien. La meditación ayuda mucho, así que, además de las 4 estrategias para convertir el miedo en tu aliado, te recomiendo practicarla.

 

El miedo no te tiene que gustar para ser tu aliado.

 

A diferencia de un amigo que, por definición, debería ser alguien que te gusta como persona, el miedo no te tiene que gustar. Es más parecido a ese pariente incómodo que, quieras o no, forma parte de tu vida. Cuanto antes aceptas que no se va a ir, antes aprendes a convivir con él, sin dejar que arruine tus planes.

 

Necesitas reprogramar tu mente. Del mismo modo que actualizamos nuestros teléfonos u ordenadores, hay que cambiar los programas mentales que nos limitan e instalar otros que nos beneficien.

En caso de necesitar ayuda, en lugar de llamar a un informático conviene llamar a un Coach.

 

Las 4 estrategias para convertir el miedo en aliado que considero más efectivas son:

 

1. Divide y vencerás. El truco es examinar el miedo como en un microscopio. Hay que ver de qué está hecho, descomponiéndolo en partes más pequeñas. Por lo general, al hacerlo, se vuelve tan minúsculo que se desintegra o lo que nos queda son partículas tan pequeñas que dejan de parecernos amenazantes. Lo que nos parecía enorme e inasible, se convierte en algo pequeño y fácil de manejar.

 

2. Imaginar el peor escenario posible. En una cultura donde se alienta a pensar siempre en positivo parece contra-intuitivo. Este método, conocido como premeditatio malorum, era uno de los favoritos de los estoicos. Si filósofos como Marco Aurelio, Séneca y Epicteto confiaban en él, tal vez deberías probarlo, ¿no crees?

 

Visualizar lo peor que podría pasar sirve para darnos cuenta que, casi seguro, no sería tan grave como imaginamos. Aterrizar en la realidad de lo que puede acontecer, también ayuda a prepararnos para sortear mejor los posibles obstáculos. Si practicamos vencer los miedos en nuestra mente, será mucho más fácil ganarles cuando surjan. Si es que lo hacen.

 

3. Convertir el miedo en tu aliado. Las dos primeras estrategias permiten que deje de ser un desconocido. Ya sabes quién es, de qué está hecho y lo que es capaz de hacer. Ahora toca hacer que colabore contigo.

 

Esto requiere entender que está ahí para cuidarnos. Su función biológica es la de salvarnos. Necesitas preguntarle con interés genuino: de qué intenta protegerte. Escuchar con atención su respuesta. Hablar con él, como harías con alguien a quien necesitas convencer de cooperar para conseguir algo que deseas. Agradécele que se preocupe por ti. Asegúrale que estás preparado para hacer lo que quieres y que si te caes, del suelo no pasas. Te levantas, aprendes y vuelves a intentarlo.

 

4. Aumentar tu confianza para entrarle al toro por los cuernos. Decidir que la lección que vas a aprender enfrentando el miedo, es más poderosa que el miedo, y lanzarte sin darle más vueltas.

 

Es un buen momento para recordar todas las veces que has actuado valientemente y te sentiste bien por ello. Pensar en todo lo que tienes, amigos, partidos  jugados, experiencias con las que has disfrutado, cuando te has atrevido a dar el paso. Si algo no ha salido tan bien como esperabas, aquí estás para contarlo… y seguir jugando y gozando.

 

 

 

 

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.